23.8.12

Ventajistas por el mundo: Johan Cruyff


Cuando llegan los días previos a un partido entre Real Madrid y Barcelona, sea en la competición que sea, los medios de comunicación, especialmente los escritos, se relamen de gusto sabiendo que la información y las elucubraciones previas al encuentro entre los dos grandes equipos de nuestro fútbol les llenarán gran parte de su espacio y tiempo informativo. Es fácil, entonces, caer en la repetición de los tan manidos tópicos que siempre acompañan a los clásicos. Que si el duelo entre sus principales estrellas, que si uno de los dos está en mejor forma que otro, que si las rachas de determinados jugadores o de las victorias de un equipo sobe el otro en el escenario de turno. Y si, de paso, coincide que hay alguna cuenta pendiente del anterior partido, alguna declaración altisonante o alguna imagen polémica que recatar para ponerle picante al asunto, pues mejor que mejor.




Los periodistas, que de tontos tienen poco, guardan también una serie de balas en la recámara que pueden y abren sacar cuando los partidos entre madridistas y culés vienen un tanto descafeinados, que suele ser, como en esta ocasión, en periodo de verano en forma de Supercopa (ese trofeo que solo tiene valor para el que lo gana) o las pocas veces que no hay nada en juego. Una de esas balas tiene el nombre de Johan Cruyff.


El que fuera creador del estilo de juego del Dream Team que luego perfeccionó su discípulo más aventajado, Guardiola, no pierde ocasión para programar apariciones públicas en fechas cercanas a la disputa de cada clásico y acercarse a los micrófonos para soltar alguna de sus innumerables perlas, la mayoría de las veces en forma de puya hacia el Real Madrid.



Al creador del famoso entorno azulgrana, del que primero se quejaba y en el que ahora vive instalado, le puede su pasión por darle cera a Mourinho, ya que sabe que el portugués no es de los que rechazan el cuerpo a cuerpo mediático y es factible que sea quien le de hilo para unas cuantas apariciones más en forma de cruce de declaraciones.


Al ex-jugador, ex-entrenador, ex-presidente honorario del Barça y hasta ex-seleccionador catalán, le interesa la polémica con Mourinho más que al propio entrenador blanco. No en vano, Cruyff forma parte de la historia, pero ya no es un personaje de primera línea. Las apariciones de Messi y, sobre todo, Guardiola, le han relegado a un segundo plano dentro del santoral azulgrana. Y eso su ego no lo permite, por eso hace lo posible y lo imposible para estar cada poco en boca de todos.

Por todo ello, Johan Cruyff es un VENTAJISTA

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