Michu: Encantado de perder el tren

Michu con el Celta

Hace ya más de dos años, en enero de 2010, el Sporting del malogrado Manolo Preciado buscaba refuerzos en el mercado invernal y para ello puso sus ojos en un jugador que comenzaba a despuntar en Segunda en las filas del Celta. El elegido por el técnico cántabro y Emilio de Dios, entonces director deportivo del club gijonés, fue Michu, el espigado centrocampista ovetense que comenzaba a mostrar sus grandes dotes para jugar por detrás de los puntas y llegar desde la segunda línea a las zonas de finalización para hacer un buen número de goles.

Celebrando un gol con el Rayo al Madrid

La oferta, a priori, debería ser muy suculenta para Michu, quien pasaría a jugar en Primera, podría regresar a vivir a Asturias y su ficha se vería aumentada sensiblemente. Todo era favorable para las diferentes partes, ya que el Celta se embolsaría un millón de euros por el traspaso, cantidad suficiente para un jugador de Segunda y necesaria para cualquier club de esa categoría. Por su parte, el Sporting se hacía con los servicios de un jugador con un gran futuro por delante y con cierta facilidad para hacer gol, uno de los problemas mayores de los rojiblancos.

En la presentación con el Swansea

Hasta Vigo viajó el padre y representante de Michu para terminar de convencer al jugador de dar el paso adelante en su carrera que tanto prometía. Cuando todo parecía hecho e, incluso la prensa asturiana deba por cerrado el acuerdo (probablemente en algún momento lo estuvo), Michu devolvió el contrato al Sporting sin firmar y decidió pensárselo un poco más. La razón, el revuelo que se había desatado en las redes sociales, en las que Michu tiene una intensa presencia (@Michuoviedo en Twitter), por su posible pase al equipo gijonés. Tanto en los foros sportinguistas como en los de su club de toda la vida, el Oviedo, se multiplicaron en cuestión de horas los mensajes en los que los radicales de ambos bandos los tildaban de traidor, unos y le advertían de las consecuencias que podría tener verle con la camiseta del Sporting, los otros. 

Doblete en su debut en la Premier

Michu, oviedista de cuna y de corazón, terminó por rechazar la oferta del Sporting y siguió en el Celta mientras desde las oficinas de Mareo se contó a la prensa que el equipo gijonés se había cansado de esperar la respuesta del centrocampista y que lamentaba que Michu hubiera "perdido el tren de jugar en Primera". La verdad es que esta decisión cayó como una losa en el seno del club rojiblanco, ya que se veía venir el gran futuro cercano que tenía Michu y se dejaba al descubierto, por segunda vez en pocos meses (aunque no sería la última) que en el consejo de administración del Sporting pesan mucho más las opiniones y pintadas de unos pocos radicales, que los criterios futbolísticos de los supuestos profesionales que trabajan por el bien del club.

Gol al West Ham

Al terminar aquella temporada, Michu fichó por el Rayo Vallecano, donde se convirtió en una de las revelaciones de la temporada pasada siendo uno de los máximos goleadores españoles y estando muy bien considerado por Vicente del Bosque, aunque su llamada a la selección no ha llegado a producirse de momento. Tras ese año de explosión en Vallecas, esta temporada Michu pertenece al Swansea, club galés que juega en la Premier a las órdenes de Michael Laudrup y que ha comenzado deleitando en juego y goles, contando sus partidos por victorias y en el que Michu lidera la tabla de máximos goleadores de la liga inglesa con tres tantos en dos partidos. Mientras tanto, el Sporting ha descendido a Segunda y ha sido derrotado en las dos primeras jornadas de la presente temporada.

Parece que el tren sí que pasa más de una vez. La cuestión es saber coger el acertado, y a Michu el transbordo le ha salido de lujo.