7.11.12

Mou, Toril y la cantera del Madrid


El enésimo charco en el que se mete el entrenador portugués del Real Madrid es una de esas heridas siempre abiertas en el club. La cantera, su calidad, la proyección que los jóvenes valores de La Fábrica tienen en el primer equipo, la escasez de oportunidades y los que alcanzan a dar un paso que termina siendo fugaz por la primera plantilla han sido y son temas de polémica durante años en La Casa Blanca. Tal es así que Florentino Pérez en su primera época de presidente acuñó como ideario de club aquel famoso lema de Zidanes y Pavones que pretendía marcar como línea maestra en la política del Madrid el fichar a los mejores jugadores del mundo para que compartieran vestuario con futbolistas de la casa. Quizá ese fue el primer desprecio a la cantera, ya que se asumía que los canteranos en modo alguno serían esos "mejores jugadores del mundo", sino meros acompañantes y teloneros de la verdaderas estrellas firmadas a golpe de talonario.

Y en esas estábamos cuando llegó The Special One y puso el equipo patas arriba, empezando por la plantilla y siguiendo por las oficinas. Fue llegar Mourinho y ponerse nerviosos los de chandal y los de traje. La primera víctima fue Valdano, mano derecha de Florentino desde el año 2000 y desplazado con la llegada del técnico luso, por el que el presidente blanco rezuma devoción. Desde la marcha del que fuera descubridor de Raúl hasta ahora las competencias de Mou han ido en aumento. Actualmente es el técnico y manager general del primer equipo, decide sobre fichajes también en el filial y aporta entrenadores de su confianza al organigrama de Valdebebas. Todo ello a pesar de insistir en sus últimas ruedas de prensa que él únicamente se preocupa del primer equipo.

Ese cajón desastre en que se ha convertido la cantera del Real Madrid ha dado lugar, entre otras cosas, a la polémica entre Mourinho y Toril, técnico del Castilla. Los dos están muy bien valorados en la planta noble del club y se cree que son los mejor preparados para sus respectivos puestos. El problema es que entre ellos no se aguantan. La disparidad de criterios, la falta de sumisión del técnico del filial ante el del primer equipo en asuntos como alineaciones o sistema y estilo de juego ha dado lugar a conflictos personales que trascienden los muros de la ciudad deportiva y que son de dominio público. Mientras Mou insiste en la conveniencia de que todos los filiales jueguen igual que el primer equipo, Toril busca lo que cree más idóneo para los jugadores que tiene en su plantilla. También la edad de los futbolistas es motivo de choque entre ambos. En este tema los dos tienen su parte de razón. Cierto es que para mantener la categoría en Segunda, el Castilla debe tener algunos jugadores experimentados y no todos recién salidos de juveniles como pretende el portugués, quien defiende que si con 24 años no están preparados para dar el salto al primer equipo con garantías de quedarse, ya nunca lo harán, pues su margen de progresión es escaso a esa edad y el Castilla no cumpliría el objetivo de formar jugadores para el Real Madrid.

Al Madrid le interesa que su equipo filial esté en la categoría más alta posible para mejorar el nivel competitivo de sus promesas, pero los que de verdad terminan siendo grandes futbolistas no pasan mucho tiempo en los filiales, sino que irrumpen con fuerza en el primer equipo, se ganan el puesto desplazando a algún nombre importante y se quedan allí mucho tiempo. Casillas, Guti o Raúl son ejemplos de jugadores que apenas sumaron unos pocos partidos con el filial y se han convertido en leyendas del madridismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario