16.11.12

Ventajistas por el mundo: Chechu Biriukov


Chechu Biriukov. Foto: Jot Down


Siempre se ha dicho que cuando uno se muere le llueven los reconocimientos. Todo el mundo dice cosas estupendas de él, ensalzando de manera tal vez desmesurada las virtudes que el difunto pudiera tener. Incluso los que han sido acérrimos enemigos dan por zanjados los frentes abiertos y reconocen el valor del contrincante fallecido. Ha sido así desde tiempos inmemoriales y en todos los órdenes de la vida. Nadie se lanza a criticar a quien no se puede defender.

Pues resulta que, de vez en cuando, aparecen personajes que aprovechan precisamente la indefensión que otorga la muerte de una persona para sacar a pasear los trapos sucios de aquellos con los que no
pudieron o no se atrevieron en vida. En el mundo del deporte no se suele dar tanto como en otros escenarios porque uno de los valores que se aprenden es el del compañerismo, la lealtad, aquello de que los trapos sucios se lavan en el vestuario.

Y en esto apareció Chechu Biriukov, uno de esos grandes talentos olvidados que aparece por los medios veinte años después de ser protagonista por sus logros deportivos para reclamar, a base de carnaza, su nuevo minuto de gloria a base de remover la memoria de dos ex-compañeros fallecidos, ambos en trágicas circunstancias. En una entrevista muy interesante, sincera y muy bien hecha con Jot Down, el exjugador hispano-ruso se despacha de una forma totalmente evitable con Fernando Martín y Drazen Petrovic, de los que dice que "Fernando era un gran jugador, pero no era un gran metedor. Le faltaba eso, tiraba de puta pena los tiros libres, tenía un tirito... básicamente su punto fuerte era el rebote, su físico potente. Y Petrovic era un gran tirador, pero no era una maravilla de jugador. Era muy limitado. Él hacía cuatro cosas muy bien y ya, aunque psicológicamente dominaba el tiempo y al contrario".

Casi nada al aparato, oigan. Resulta que el primer jugador español en dar el salto a la NBA justo en la época en que las grandes leyendas del baloncesto norteamericano estaban en su mejor momento y el considerado mejor jugador europeo de la historia son poca cosa para Chechu. Si esa frase la hubiera dicho Michael Jordan, Magic Johnson o Larry Bird tendría un pase; pero la cuestión es que éllos nunca saldrían con una falta de respeto semejante. Ha tenido que ser Biriukov, que debe ocupar el puesto número veinte o veinticinco en la lista de mejores jugadores de su barrio el que se lance a rajar contra Martín y Petrovic.

Por lo que representaron en el baloncesto, tanto Fernando Martín como Drazen Petrovic, no se merecen la rajada de un compañero por mucho que sean verdad y, por cierto, de sobra conocidos para todos los aficionados al baloncesto, sus enormes egos. Todos entendemos, también, que sin esos egos, quizá nunca habrían sido tan grandes.

1 comentario:

  1. ¿porque alguien con argumentos no puede comentar su experiencia?, al contrario, se agradece la sinceridad y humaniza a estos mitos desde el plano personal y a que el deportivo ya conocemos. Chechu Biriukov ha puesto encima de la mesa las luces y las sombras de ambos. Y si conocieras a Chechu personalmente sabrias que este gran hombre no es rencoroso ni polémico.

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