17.10.12

España - Francia. Las claves del empate.


1.- El respeto inicial de Francia...

Cesc falló el penalti.
Deschamps se pasó por diferentes medios españoles anunciando que Francia, hoy en día, es inferior a España, porque como La Roja no hay ninguna. Su planteamiento de salida fue punto por punto lo anunciado en la previa y los galos esperaron las acometidas de la selección española pertrechados atrás con la única intención de dejar pasar los minutos y tratar de lograr que un buen despeje se convirtiese en oportunidad por obra y gracia de Benzema.



2.- ... que España no aprovechó. 

España estaba siendo muy superior a Francia y, quizá por la falta de costumbre de sentirse tan por encima de una selección que ha sido la causante de las últimas grandes decepciones, un sentimiento de autocomplacencia que provocó cierta relajación ya en la primera parte. Con ventaja en el marcador gracias al gol de Sergio Ramos, el primer signo de relajación llegó con la decisión de que fuera Fàbregas quien lanzase el penalti cometido sobre un Pedro que poco o nada aportó tras esa jugada. Cesc falló la pena máxima y la pregunta de por qué no fue Alonso el que asumió la responsabilidad de lanzarlo surgió automáticamente.


3.- Los cambios obligados.

Cuando las lesiones fuerzan a hacer dos sustituciones las opciones de cambiar algo que tácticamente no funciona se reducen considerablemente y seguro que a Vicente del Bosque le limitaron en exceso los relevos obligados de Silva y Arbeloa, especialmente el del lateral madridista, ya que no se suele modificar la línea defensiva y menos con marcador a favor y sin encajar goles. Esa limitación hizo que jugadores que no están teniendo mucha continuidad en sus clubes o que no están en su mejor momento hubieran de jugar los noventa minutos sin ser sustituidos.


4.- Un cambio bajo sospecha.

La entrada de Torres en el lugar de Iniesta va a levantar muchas sospechas dado el resultado final del partido y la aportación de varios jugadores en este encuentro. No somos pocos los que nos preguntamos si no habría sido más idóneo que el sustituido hubiera sido Fàbregas y no el manchego, dada la situación en el campo, los escasos minutos que está teniendo Cesc en su club y la capacidad de Iniesta, no solo para el desborde, sino para mantener la posesión del balón en el tramo final de un partido que en aquel momento España ganaba por un gol.

Aunque por encima de esas dudas se van a situar las de saber por qué no fue Villa el elegido para entrar en el campo y sí el delantero del Chelsea. Quizá la presión de los medios que se apresuraron a hacer reportajes de la vuelta de Torres al Calderón o la política de "vamos a tener a todos contentos" que parece imperar en la Selección tuvieran algo que ver. Por mucho que uno se resista a pensar en que Del Bosque no tomaría la mejor decisión para España por politiqueo futbolero, ver que el máximo goleador de la historia de nuestro fútbol se queda sin jugar el partido más importante de la fase de clasificación es, cuanto menos, llamativo.


5.- Falta de tensión.

En las redes sociales y en las crónicas más madrugadoras se acusaba a los jugadores españoles de falta de tensión competitiva. Quizá es algo que pasa en cada partido, salvo cuando se apuran para intentar ganar. Pero cuando se va por delante con una ventaja clara en el marcador y en el control del juego, no se nota tanto. Esta vez, ante una Francia fiel reflejo de su seleccionador, competitiva, aguerrida, práctica, se notó mucho más y las ocasiones francesas fueron haciendo recular a una España imprecisa y cansada.


6.- Francia se crece.

Deschamps
Han sacado un punto de donde menos lo esperaban. Comenzaron perdiendo y a merced del juego de toque de España. Habían venido a sacar un resultado digno y tratar de hacerse valer en París si para entonces había alguna opción, aunque su objetivo real pasaba por no permitirse tropiezos que los alejasen de la repesca. Por una vez, Francia temía a España. Hasta el punto de haber intentado que el partido de hoy se hubiera jugado en terreno galo, para tener una opción más real en el primer enfrentamiento entre ambas selecciones. Trabajo psicológico.

Ahora son ellos los que salen reforzados, los que tendrán el campo a favor en el partido llamado a decidir el campeón de grupo. Su moral está ahora por las nubes y la credibilidad del grupo en Deschamps se ha disparado. Serán un enemigo más difícil aún en la vuelta.


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