Tres equipos y una banda

Felipe Perrone, autor de cinco goles.

Hoy comenzaron su andadura en los Juegos las selecciones masculinas de baloncesto, balonmano y waterpolo y las tres lo hicieron con victoria. Tres formas de ganar diferentes y un mismo resultado, el éxito. Mientras los de waterpolo se deshicieron de Kazajstán sin mayores dificultades, dada la diferencia de nivel entre ambas selecciones, los de balonmano tuvieron enfrente un duro rival en Serbia, que se puso con una sustancial ventaja en la primera parte y a quien, con una gran defensa y muy buenas contras, los jugadores de Valero Rivera doblegaron en una segunda parte para enmarcar.

España remontó en balonmano.

Por su parte, la selección de baloncesto cumplió, no sin dificultades, con su papel de favorito ante una buena selección china que a buen seguro dará mucha guerra en adelante, especialmente Jinlian Li quien, de ser capaz de seguir con la media de 30 puntos y 12 rebotes que consiguió en este partido inaugural, hará medallista a su país y hasta le harán general del ejército chino. Y ojo, que está sin equipo.

Gasol, clave en la victoria una vez más.

De la selección de baloncesto hemos de quedarnos con las sensaciones que han dejado nuestros jugadores. Tras un inicio raro, sin acierto, Calderón nos metió en el partido con un par de triples. A partir de ahí, Pau Gasol estuvo en su papel de líder indiscutible; Navarro demostró (en su partido 201 con España) que ni la fiebre ni las lesiones pueden tapar su enorme calidad; Sergio Rodríguez entrando al final puso electricidad a un partido que se estaba convirtiendo en aburrido mientras China parecía querer remontar poco a poco una distancia que no bajó de los diez puntos desde el segundo cuarto; Felipe Reyes dejó claro (otra vez, y van...) que no hay competidor como él, y así uno tras otro todos los jugadores de una España que huele a esos equipos que van creciendo según avanza la competición y que, si las lesiones les respetan, tiene el rumbo fijado en la final.

La impotencia del equipo de fútbol al final del partido.

Sin embargo, la nota discordante la puso, por enésima vez en unos Juegos Olímpicos, la selección de fútbol. Tras los éxitos de la selección absoluta, ver que este equipo, repleto de jugadores de Primera División, se queda fuera tras perder de forma consecutiva contra Japón y Honduras, dos selecciones que distan mucho de ser potencias de este deporte, siembra una gran cantidad de dudas acerca, no solo del futuro de nuestro equipo nacional, sino de la verdadera implantación del estilo de los mayores en las selecciones inferiores. Porque Milla, a quien, si tomamos como referencia la cera que le dieron a Del Bosque por empatar contra Italia en el partido inaugural de la Eurocopa, se le deberían caer los cielos encima, traicionó el libro de estilo de España, algo que desarrollaremos mañana de manera monográfica comentando también la lamentable actitud ante la derrota de nuestros futbolistas.

De momento, segundo día de competición y hemos almacenado bastantes fracasos y ninguna medalla. El que más cerca estuvo fue el judoka Sugoi Uriarte, a quien le dejaron de conceder el bronces por decisión de los árbitros bastante controvertida. Esto puede ser importante de cara a las próximas jornadas, porque tanto lo positivo como lo negativo se transmite dentro de las delegaciones (ya nos ha pasado en otras citas) y la ansiedad se puede ir cebando con nuestros deportistas. Esperemos que caiga la primera presea para nuestra cuenta del medallero. Ese que no engordará el fútbol.