8.10.12

Las 10 claves del Clásico.





1.- La alineación del Barcelona.
Tito Vilanova tiene un orden de lista para hacer las alineaciones y eso se nota en que cuando le falta alguno de sus once titulares va dando paso a los suplentes por riguroso orden de preferencia. Y hoy en día el primero de la lista es Adriano. Por eso, ante las ausencias de Puyol y Piqué, el entrenador azulgrana optó por el brasileño en detrimento, una vez más, de Bartra y también de Song, ese centrocampista que han fichado para jugar de central.

2.- La alineación del Real Madrid.
Mourinho optó por lo más sencillo: dar continuidad a la alineación que frente al Barcelona en el Camp Nou le ha ido dando resultados en los últimos tiempos. Nada de fichajes ni de experimentos. Al campo del Barça se va con los que ya se saben la lección. Ni Modric, ni Essien, ni trivote que valga. Y con la intención de generar juego, de presionar de medio campo hacia adelante, sin repliegue intensivo. Entonces colocó a Benzema, que da continuidad al juego colectivo más y mejor que Higuaín, cuyos movimientos son mucho más verticales.


3.- Ejecución de CR7 en el 0-1.
Cualquier delantero diestro que llega a posición de remate en carrera con el balón situado para golpearlo con la pierna izquierda mientras el portero tapa, aparentemente, el palo más cercano a la jugada, ejecutaría un golpeo de potencia en el que el pie, tras el impacto, acompaña la salida de la pelota para imprimirle más potencia. Eso fue lo que debió pensar Víctor Valdés y por eso inició un movimiento hacia el centro de la portería que deja el hueco por el que el balón chutado por Cristiano Ronaldo se cuela en la meta azulgrana. El portugués golpea de forma seca y frena el pie justo tras el impacto al balón, por lo que el esférico sale recto y sin ningún tipo de efecto. Además, al tener la puntera apuntando hacia el suelo, evita que el balón se vaya arriba. 

En la segunda parte hay un tiro de Iniesta que se pasea delante de la portería por no realizar el lanzamiento como el madridista.

4.- Error de Benzema.
Cuando el francés está en el estado de forma con el que llegó al Camp Nou, es muy difícil que se le escape una ocasión como la que envió al poste en un remate poco ortodoxo que puedo haber sido la sentencia del partido para el Barcelona, que sin centrales debía abrirse mucho más en busca de reducir las distancias en el marcador y dejaría, así, situaciones de igualdad o superioridad de los atacantes blancos contra ellos. No hubo sentencia y el partido se fue por otros derroteros.

5.- La lesión de Alves, malo para el Madrid.
Que el lateral brasileño del Barcelona no parece estar en el mejor momento de su carrera es algo evidente desde hace varios meses. Pero que su ausencia y la inclusión de Montoya iba a traer más beneficios al Barça de acuerdo a cómo se estaba desarrollando el partido hasta ese momento, también. Alves no sube tan rápido y baja menos y peor. Está siendo desbordable y Cristiano y Marcelo le estaban haciendo mucho daño. Al salir Montoya, mucho más disciplinado defensivamente y con unas subidas más por el carril interior que por el exterior, creando superioridades sobre los mediocentros rivales en vez de sobre el lateral, generaron más situaciones ventajosas para su equipo.

6.- Empata el Barcelona.
A todo lo anteriormente expuesto, sumemos la inestimable ayuda de Pepe, quien tras una serie de rechaces que se producen seguidos del balón sobre varios jugadores blancos, decide en una décima de segundo saltar para evitar el remate de cabeza de Xavi (!) en lugar de preocuparse por despejar. Al no saltar el centrocampista catalán Pepe se desequilibra en el aire por no encontrar contacto, el balón le cae a Messi ante Casillas y lo bate.

7.- El Madrid se echa atrás.
El gol y el cambio de escenario que supone el empate de Messi hace que renazcan en los jugadores madridistas el miedo a encajar otro gol muy seguido, por lo que juntan sus líneas muy atrás. Se trata de cerrar todos los huecos posibles y minimizar el daño sufrido. Es cierto que el Barcelona no es capaz de superar esas líneas, pero aumenta su cuota de posesión debido a que el Madrid ha perdido la presencia en la zona de rechace largo, por lo que todos los despejes vuelven a pies barcelonistas. 

8.- Penalti sobre Özil y caída de Iniesta.
Al inicio de la segunda mitad se produce una jugada clave en el partido. Con empate a un tanto, el árbitro no estima señalar penalti en una acción en la que el alemán del Real Madrid es derribado por Mascherano. Özil hace una ruleta y el argentino le traba el pie de apoyo. No hacen falta tantas repeticiones como han puesto en televisión para darse cuenta de que es penalti.

En el área contraria, Iniesta busca a Pepe y se deja caer poco después de la acción entre Özil y el Jefecito. La diferencia la encontramos en el gesto que hace el manchego. Tras lo que parece un pisotón de Pepe, Iniesta echa su cuerpo hacia adelante y da un golpe de cadera para que su cuerpo salga lanzado como si hubiera sido objeto de una zancadilla.

9.- Barça sin hambre.
Tras el inapelable gol de falta directa de Leo Messi en el que quizá Casillas pudo haber hecho más si hubiera estirado completamente el brazo izquierdo, el equipo de Vilanova le concede el balón al Madrd reculando un poco en busca, seguramente, de unos espacios que aprovechar a la contra. Es uno de los cambios del nuevo entrenador azulgrana con respecto a su predecesor. Con Guardiola se insistía en el concepto de acoso y derribo; con Tito se invita a que el rival salga y caiga en la trampa. 

Ello trajo consigo la sensación de que al Barça le faltaba hambre y, curiosamente, el preparador culé no pensó en David Villa para atajar esa circunstancia. ¿Cabe pensar en algún tipo de castigo ejemplar al Guaje (al más puro estilo de Sergio Ramos) por la bronca con Messi? ¿Realmente el argentino influye tanto como algunos rumores apuntan en las alineaciones y cambios de su equipo?

10.- Segundo de Ronaldo.
El detalle más desequilibrante de esta jugada es el primer toque de Mesut Özil que rompe una línea de presión mala estructurada por los no-centrales que el Barcelona tenía sobre el campo. En realidad los espacios que se encontró Cristiano para hacer su desmarque al alemán vienen por la presión en campo contrario ordenada por Mourinho tras ponerse por debajo en el marcador. El Barcelona pierde con facilidad el balón en la salida y está desguarnecido atrás. Ronaldo sólo tiene que hacer gala de su excelente finalización al quedarse ante Valdés sin oposición alguna.

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